Que cómico se vuelve a veces el entorno, cuando estamos sentados mirando como espectadores al mundo que nos rodea...
No estamos libres de caer en desgracia, como tampoco de causarle gracia a los demás con nuestros tropiezos...
Es tan difícil hacer llorar a un adulto...hacerlo llorar con lagrimas de verdad...pero sin embargo, lo intentamos tanto sin saber que los adultos lloramos para adentro...para adentro y en silencio...y aun así, no quedamos satisfechos...
Cómo es la vida, cuando uno ríe primero...cae primero, llora primero, se levanta primero y finge primero que todo esta bien.
Los que ríen después, están bien de verdad, y solo en ese momento, se jactan de lo que tienen... jamas lo hacen antes.
Que impulso es ese de gozar del mal ajeno?...de encontrar razones a todo, de por que pudo pasar, de como se podía evitar...
Y donde están los afligidos? Llevando su calvario a cuestas, desfilando su desgracia ante los demás...
Y donde quedan los demás? En el calvario de todos los días, cuando regresan a su hogar...
Son los que miran la vida por la vidriera, sin poderla comprar...es que de los desvarìos ajenos es que viven los desvariados eternos...y más allá del consuelo, las acciones se quedan en el tintero...
Vamos a hacer de los afligidos, hombres serios...de esos que llevan con orgullo su vida hacia adelante, para contar luego, que al final, ellos son brillantes...y entonces, la venganza se convierte en aquello que tememos tanto...pasar de espectadores, a ser el payaso de siempre, sin voluntarios para el show.
El golpe final de los afligidos, es que al final, se levantan, y se llevan el mundo por delante, por mas que en el pasado, hayan provocado risas...
